
Mi Marca Personal como Educadora Informática en la Era Digital: Tecnología Educativa, Conectivismo y Uso Ético de la Inteligencia Artificial Generativa
Introducción
Decidí estudiar Educación Mención Informática en la Universidad O&M de Moca por una razón simple pero poderosa: me gusta la tecnología. Sin embargo, a medida que he avanzado en mi formación y he realizado mis prácticas en el Centro Educativo Diana Antonia Rodríguez Guzmán de Salcedo, provincia Hermanas Mirabal, he descubierto que mi vocación va mucho más allá de simplemente "gustarme" la tecnología. Se trata de compartirla, de enseñarla, de hacer que los niños y niñas la comprendan y la utilicen de forma responsable y creativa.
Durante mis prácticas con estudiantes de tercero, quinto y sexto de primaria en el Centro Educativo Diana Antonia Rodríguez Guzmán, he ido construyendo poco a poco mi identidad profesional. Los aprendizajes de la asignatura y las reflexiones surgidas del Congreso Personal Branding Lab Day me han ayudado a comprender que tengo una marca personal como educadora, y que esa marca se define no solo por lo que enseño, sino por cómo lo enseño y por los valores que transmito.
Este artículo es una reflexión sobre cómo defino mi marca personal como educadora informática a partir de tres elementos fundamentales: la tecnología educativa digital, el enfoque conectivista y el uso correcto de la inteligencia artificial generativa. Estos tres pilares configuran mi manera de entender la educación y mi compromiso con formar estudiantes preparados para un mundo digital en constante cambio.
1. Mi Marca Personal: Creativa, Responsable y Curiosa
Cuando pienso en mi marca personal, me describo con tres palabras que considero esenciales: creativa, responsable y curiosa. Estas cualidades no son solo adjetivos, son la base de mi forma de enseñar y de relacionarme con mis estudiantes.
Soy creativa porque busco formas diferentes de hacer que mis clases de informática sean interesantes y significativas para los niños. No me conformo con repetir lo mismo una y otra vez; intento adaptar las actividades según el grupo, sus intereses y sus necesidades. Cada curso es diferente: los de tercero necesitan más apoyo visual y actividades más guiadas, mientras que los de quinto y sexto pueden trabajar con mayor autonomía y enfrentar retos más complejos.
Soy responsable porque entiendo que enseñar tecnología implica también enseñar valores. No basta con que los niños aprendan a usar una computadora; deben aprender a usarla bien, con ética, con cuidado y con respeto hacia la información y hacia los demás. Mi responsabilidad como educadora es formar personas digitalmente competentes y conscientes.
Soy curiosa porque reconozco que la tecnología cambia constantemente, y eso me obliga a estar siempre aprendiendo. No puedo enseñar algo que yo misma no domino o que no comprendo. Por eso investigo, pruebo herramientas nuevas, busco formas de mejorar y me mantengo actualizada. Mi curiosidad es el motor que me impulsa a crecer como profesional.
Estas tres características definen mi marca personal y son la promesa que hago a mis estudiantes: ser una maestra que innova, que cuida y que nunca deja de aprender.
2. Tecnología Educativa Digital: Enseñando lo Esencial
La tecnología educativa digital es el corazón de mi práctica docente. Como educadora informática, mi trabajo no es solo enseñar a usar dispositivos, sino enseñar a comprenderlos, a aprovecharlos y a relacionarse con ellos de forma inteligente.
En mis clases de primaria, enseño lo esencial: cómo encender y apagar correctamente una computadora, cómo usar el mouse y el teclado, cómo abrir y cerrar programas, cómo guardar archivos y cómo navegar de forma segura en internet. Estas habilidades pueden parecer básicas para un adulto, pero para un niño de tercero de primaria representan la puerta de entrada al mundo digital.
Como educadora informática, empleo diferentes herramientas digitales que facilitan el aprendizaje y hacen las clases . Entre ellas uso Word, PowerPoint, Google Docs para elaborar materiales y trabajar de forma colaborativa.
También incorporo plataformas interactivas como Educaplay, Kahoot, Quizizz y Wordwall, que permiten crear juegos y actividades para reforzar los contenidos de otras asignaturas.
Para apoyar la parte visual, utilizo Canva y Genially, con las que diseño infografías, presentaciones atractivas y recursos animados. Además, recurro a programas educativos como eXeLearning cuando necesito crear actividades más completas.
Finalmente, organizo mis clases a través de Google Classroom y Moodle, lo que facilita la gestión de tareas y el acceso a los materiales.
Estas herramientas me ayudan a ofrecer una enseñanza más práctica, motivadora y adaptada a las necesidades de mis estudiantes.
Mi objetivo es que los estudiantes vean la computadora no como un juguete, sino como una herramienta poderosa para aprender, crear y comunicarse.
Una de mis experiencias más significativas fue cuando los estudiantes de sexto grado crearon presentaciones digitales sobre temas de su interés. Cada uno eligió un tema, buscó información, seleccionó imágenes y organizó su contenido en diapositivas.
Al final, presentaron sus trabajos frente al grupo. Esa actividad integró varias competencias: búsqueda de información, organización, creatividad, expresión oral y manejo de herramientas digitales. Fue un ejemplo claro de cómo la tecnología educativa puede ir mucho más allá de la simple instrucción técnica.
Mi marca personal se refleja en cómo selecciono y uso la tecnología: siempre con un propósito pedagógico claro, siempre buscando que el estudiante sea protagonista de su aprendizaje.
3. El Enfoque Conectivista: Aprender Juntos, Aprender en Red
El conectivismo es una teoría del aprendizaje que propone que el conocimiento se construye a través de conexiones: entre personas, entre ideas, entre recursos. Aunque esta teoría se desarrolló pensando en entornos digitales complejos, he descubierto que sus principios son aplicables incluso en la educación primaria.
En mis clases, he observado que cuando los niños trabajan en equipo, se ayudan unos a otros. Si un estudiante no sabe cómo hacer algo en la computadora, otro compañero se lo explica. Si alguien encuentra información interesante, la comparte con el grupo. Estas interacciones espontáneas son el conectivismo en acción: aprender con otros, aprender de otros.
Como educadora, mi rol no es ser la única fuente de conocimiento, sino facilitar esas conexiones. Enseño a mis estudiantes a buscar información de forma guiada, a comparar fuentes, a trabajar colaborativamente y a compartir lo que aprenden. Les enseño que aprender no es solo escuchar al maestro, sino también preguntar, investigar, equivocarse y construir conocimiento junto a sus compañeros.
El conectivismo me recuerda que en la era digital nadie aprende solo. Todos estamos conectados, todos podemos enseñar y todos podemos aprender. Mi marca personal como educadora conectivista se basa en promover esa mentalidad de red, de comunidad, de aprendizaje compartido.
4. Inteligencia Artificial Generativa: Uso Ético y Responsable
La inteligencia artificial generativa IAG es una realidad que está transformando la educación y muchos otros campos. Como estudiante y como educadora en formación, he utilizado herramientas de IA como ChatGPT, Copilot, Manus, Géminis y Claude.
para apoyarme en diversas tareas: generar ideas para actividades, crear materiales didácticos, resolver dudas sobre contenidos y organizar información para mis clases.
Sin embargo, el uso de estas herramientas me ha planteado preguntas importantes: ¿Está bien usarlas? ¿Cómo usarlas de forma ética? ¿Qué debo evitar? A partir de mis reflexiones y de lo aprendido en la asignatura, he construido tres principios que guían mi relación con la IAG.
Primer principio: Transparencia. Considero fundamental reconocer cuando utilizo herramientas de IA en mi trabajo. No se trata de ocultarlo, sino de ser honesta sobre el proceso. La transparencia fortalece la confianza y la honestidad académica.
Segundo principio: Pensamiento crítico. La IA puede ayudarme a generar ideas o borradores, pero el análisis, la adaptación, la creatividad y la reflexión final son responsabilidad mía. La IA es una herramienta de apoyo, no un sustituto del pensamiento humano. Mi tarea como educadora es usar la tecnología sin perder mi criterio pedagógico.
Tercer principio: Responsabilidad. Debo ser cuidadosa con la información que comparto al usar herramientas digitales, especialmente cuando se trata de datos de mis estudiantes o del centro educativo. La privacidad y la seguridad digital son fundamentales.
Estos principios forman parte de mi marca personal porque reflejan mi compromiso con una educación ética y responsable. Como futura educadora, tengo la responsabilidad de formarme en el uso correcto de estas tecnologías para, en el futuro, orientar a mis estudiantes con criterio y sin miedo.
Conclusión: Construyendo mi Marca Personal con Propósito
Mi marca personal como educadora informática no es algo que se construye de un día para otro. Es el resultado de mis experiencias, de mis valores, de mis aprendizajes y de mi compromiso con la educación. A través de la tecnología educativa digital, del enfoque conectivista y del uso ético de la inteligencia artificial generativa, voy configurando mi identidad profesional.
Soy una educadora creativa que busca formas innovadoras de enseñar. Soy responsable porque entiendo que mi labor va más allá de lo técnico: formo personas. Soy curiosa porque reconozco que nunca dejo de aprender.
Mis prácticas en el Centro Educativo Diana Antonia Rodríguez Guzmán me han enseñado que los estudiantes no solo aprenden lo que les enseño, sino también cómo se los enseño. Mi manera de relacionarme con la tecnología, de promover el trabajo en equipo y de usar las herramientas digitales con ética es también parte de mi enseñanza.
Quiero ser recordada como una educadora que no solo enseñó a usar computadoras, sino que ayudó a sus estudiantes a comprender que la tecnología es una herramienta poderosa para crear, para aprender y para conectarse con el mundo de forma responsable y significativa.
Mi marca personal es mi huella, mi promesa y mi compromiso. Es lo que soy hoy y lo que aspiro a ser mañana: una educadora informática con propósito, con valores y con pasión por enseñar.











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